Artesanías

Las típicas artesanías panameñas se originaron en las tradiciones y culturas de las diferentes tribús indígenas e incluyeron las coloridas molas, las esculturas de frutos secos, las canastas tejidas, la talla de la balsa, el cocobolo y la cerámica; y se tramandan de generación en generación. Ningúna artesanía es igul a la otra, cada una tiene su toco especial y su significado.

En Panamá, se calcula que más de 70 mil personas en toda la República dependen de la venta de artesanías. De ellos, solamente muy pocos están inscritos en los programas del Ministerio de Comercio y participan en los seminarios y actividades de capacitación.

Las artesanías más conocidas son:

Guna Yala:

Las molas se originaron con la tradición de la mujer Guna de pintar sus cuerpos con diseños geométricos, utilizando colores naturales disponibles. Luego de la colonización española y el subsequente contacto con los misioneros, los Gunas empezaron a transferir sus diseños geométricos tradicionales en telas, primero pintándolos directamente, luego utilizando la técnica de apliqué en reversa. No se conoce con certeza cuando fue utilizada esta técnica por primera vez. Se asumen que las molas más antiguas tienen entre 150 a 170 años de antigüedad.

Además de su inspiración geométrica, los Gunas en los últimos 50 años empezaron a crear diseños realistas y abstractos de flores, animales, pájaros y del mar.

Dependiendo de la tradición de cada isla de Guna Yala, las mujeres Gunas empiezan a confeccionar las molas cuando alcanzan la pubertad, algunas otras mucho antes. Las mujeres de esta etnia que prefieren vestirse normalmente son una minoria. Las molas tienen una gran importancia para los Gunas, pues son una de las principales obras de arte que identifican su tradición y su cultura, además de ser una pieza muy adquirida como souvenir por los visitantes del istmo.

Ngöbe-Buglé

Las bolsas de carga llamadas chácaras son de origen precolombino y en Panamá, al igual que las hamacas, se mantiene netamente indígena en la confección de las mismas. El área en donde todavía se trabaja esta artesanía es la Comarca Ngöbe-Buglé. El vestido de la mujer indígena de la Comarca Ngöbe-Buglé, llamado «nawa o nagua», ha sido apreciado en el mercado norteamericano desde los años 50 del siglo pasado. Actualmente se trabaja su técnica en otras aplicaciones.

La confección de muñecas de tela ha quedado confinada a la ciudad de Santiago en la provincia de Veraguas.

Las chaquiras de los indígenas Ngöbe-Buglé se confeccionan con cuentas de plástico importadas que llevan el mismo nombre. Estas cuentas también se utilizan en los adornos de las mujeres de la Comarca Guna–Yala. En la actualidad se aplican a  una gran cantidad de bisutería como aretes, collares, pulseras, etc., convirtiéndose en artículos de buhonería.

Emberá Wounaan

Dentro de la selva tropical de Panamá hay variedades de plantas, árboles y palmas. Entre los más importantes podemos mencionar la palma chunga, o en el dialecto Emberá «jiwa». Es una palma que crece muy alto y tiene muchas espinas. Las mujeres Emberá, por herencia de sus antepasados, han aprendido a tejer las hermosas canastas de fibras de hojas de chunga. La duración para terminar una canasta es de 3 a 6O días, dedicándole 6 a 8 horas diarias. La calidad de elección determina su trenza. Las canastas de calidad, que demoran más tiempo para terminar, son muy finas y duras.

El cocobolo es un árbol muy útil para la etnia Emberá. La artesanía es elaborada muy delicadamente. En la madera de cocobolo los Emberá se inspiran haciendo sus especialidades de diferentes tipos. Así como se puede ver en tallados de aves, animales, bastones y otros. Todos los trabajos del cocobolo son elaborados manualmente. Desde niños de 7 años hasta adultos se dedican a tallar la madera de cocobolo.

La tagua viene de una palma que mide aproximadamente 8 pies de altura. En el año 1946 se utilizó para la elaboración y exportación de los botones. La tagua a su vez es un marfil vegetal. La tagua la podemos encontrar en la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá. Para hacer estas clases de trabajos los Emberá usan uan herramienta llamada formón. El trabajo de la tagua es muy delicado y necesitan muchísima concentración.

Sombreros Pintaos

Se confeccionan en la Provincia de Coclé, Distrito de La Pintada, comunidades de Pedregoso y Membrillal, entre otros. Las artesanías tradicionales de las comunidades locales son parte de las expresiones del folclore nacional y están compuestas por artesanías decorativas y/o utilitarias, artesanías de consumo, y artesanías de servicios.

Desde hace mucho tiempo la artesanía ha representado un papel preponderante en la idiosincrasia, y cultura de Panamá, y a la vez es considerada como una importante actividad económica, que contribuye al mejoramiento de las condiciones de vida de los artesanos.

Cuero y pieles

El uso del cuero animal para indumentaria y trabajos artesanales viene de la prehistoria humana. Sin embargo en nuestro país desde la época precolombina tuvo diferentes usos, más que todo para instrumentos musicales y cutarras. Los zurrones para llevar la carga a los caballos, enjalmas para bestias de carga y sillas de montar, luego llegaron los españoles, y el material de las pieles cambió, pues se introdujo el ganado vacuno.

La producción de carteras y bolsos de piel fina, se centra en la ciudad capital. Últimamente se está introduciendo otro tipo de piel como la de culebra y lagarto, esta última con la creación de viveros para la reproducción y crianza de estos animales. Sin embargo, la mayor parte de estas pieles es para la exportación.

Minerales

Son pocos los panameños que trabajan nuestra arcilla roja. Tenemos tres sitios grandes de producción localizados en El Silencio, La Hortiga y el Valle de Antón de Coclé, en La Arena de Herrera y en La Peña de Veraguas, siendo los dos primeros los más importantes.

El tallado escultórico de la piedra se da en la población de Membrillo de la Provincia de Coclé. Aquí se encuentra la mina de piedra Belmont o “piedra de jabón” como se le conoce regularmente. Esta piedra la esculpen los pobladores con figuras de todo tipo, tallas que son reconocidas en el mercado nacional.

La materia prima es oro, plata, hierro, etc. Con oro y plata se trabaja la orfebrería y la joyería. Los mejores orfebres los encontramos en Herrera y Los Santos, con una pequeña representación en la capital. La forja y herrería se aplica a muebles, verjas, puertas, adornos y esculturas y se practica en todo el país.

Las perlas de plástico y la pedrería de cristal, se utilizan en los tembleques de pollera. Los tembleques de perlas y/o cristales se originaron en la capital y allí se mantienen las principales temblequeras de este estilo. Los tembleques de gusanillo se hacen tanto en la capital como en Herrera y Los Santos.

 

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