Cultura y Etnia

Podemos considerar la cultura como la suma de los elementos presentes en el comportamiento de un pueblo, tales como su historia común, costumbres, religión(es), hábitos, tradiciones, rasgos distintivos e idioma(s). Es el conjunto de manifestaciones en que se expresa la vida popular de un pueblo. Aquí se incluyen sus artes, su música, sus deportes, su literatura, y otros temas de la vida en común.

La cultura de Panamá es el resultado de la fusión de diversas culturas que se han asentado en el país durante su historia: españoles, afroantillanos, árabes, judíos, estadounidenses, chinos, etc. Esta combinación se observa en su música, en la gastronomía y en el arte. La influencia española está presente en la arquitectura de las ciudades coloniales, en especial el Casco Viejo de Panamá y en las provincias centrales del país.

También la gastronomía es el resultado de la diversidad cultural: los afrodescendientes aportaron recetas basadas en mariscos, mientras que el consumo popular de arroz fue un aporte de los chinos. Los platos típicos que hemos heredado de los españoles están a base de plantas y tubérculos como la yuca y el maíz.

En la literatura panameña se destacan León A. Soto, Ricardo Miró, Gaspar Octavio Hernández, María Olimpia de Obaldía, Demetrio Korsi, Rogelio Sinán, Ricardo J. Bermúdez, entre otros.

Los panameños están muy orgullosos de sus raíces y tratan de cuidar y conservar las costumbres y elementos que hicieron felices a sus antepasados. El principal símbolo de la identidad panameña es la pollera, un vestido de algodón o lana decorado con bordados o encajes de diseño florales. Se suele complementar con joyas de oro en la cabeza, las orejas, el cuello y el pecho, y con una especie de sombrero conocido como Tembleque, por ser flexible y moverse cuando las mujeres danzan con la pollera. Esta colorida prenda era usada por los panameños para sus faenas diarias y para acudir a las celebraciones religiosas. Y hasta hoy en día las panameñas se visten de polleras para ocasiones especiales. El pasado de los indígenas es muy importante aún en Panamá y es evidente hoy en los rostros de sus habitantes, que conservan claros rasgos indígenas.

Como sucede con todos estos pueblos, su mayor arte reside en la artesanía. Los Gunas confeccionan las molas, unos complejos vestidos para la mujer compuestos por varias telas superpuestas y tejidas entre sí que acaban formando una pieza muy rica en figuras, colores, imágenes y texturas. Los Emberá, distinguidos por pintarse la piel con jugos de frutas, realizan miniaturas de tagua (también conocida como marfil vegetal) y cestas muy apreciadas.

Pero si hay un producto artesano que une a todos los panameños es el sombrero, sobre todo la variedad del sombrero pintado. Su calidad se determina por el número de vueltas que tenga y se caracteriza por estar elaborado con fibras naturales. Una nota curiosa es que según se coloque la visera del sombrero significa que su portador es más o menos poderoso. Por ejemplo, si el ala se dobla en la parte frontal y posterior del sombrero indica éxito y plenitud, mientras que si lo hace sólo en la parte posterior quiere decir que la persona posee grandes conocimientos intelectuales.

En cuanto al baile, el más importante es el baile Congo, procedente de la población de raza de color de las costas del Caribe. Una danza contagiosa y colorida que expresa el sentimiento de lucha y erotismo de los esclavos que llegaron a la costa panameña en época colonial. La danza pone en escena un coqueteo entre el Rey y la Reina Congo a ritmo de los clásicos tambores africanos. Los bailes, la música y las celebraciones panameñas son generalmente festivos. Los bailes más populares son el tamborito y la cumbia panameña.

Panamá  siempre ha sido un punto de encuentro entre culturas, ganándonos el apodo de «crisol de razas». El Instituto Nacional de Cultura administra 23 centros dedicados a la enseñanza de diversas expresiones artísticas, organiza concursos y becas literarias. Cuenta con 13 centros regionales, administra el Teatro Anita Villalaz, el Teatro Nacional y el Teatro Balboa, coordina la Orquesta Sinfónica y el Ballet Nacional, además mantiene 18 museos entre los que se destacan el Museo de Arte Religioso, el Museo Antropológico Reina Torres de Araúz y el Museo Afroantillano.

ETNIAS

Los siete grupos indígenas de Panamá  se encuentran asentados en territorios semiautónomos. Los más representativos de la región occidental, como las provincias de Chiriquí, Bocas del Toro y Veraguas son los Ngöbe-Buglé‚ Naso-Teribe y los Bri-bri. Juntos comprenden un 70% de la población indígena del país. En la región oriental de Panamá  está  poblada por los Emberá  y los Wounaan en el Darién, y los Gunas en la comarca de Kuna Yala. Los Emberá  y los Wounaan viven en la selva tropical, tal como sus ancestros lo hicieron durante siglos. Su comprensión y respeto por la naturaleza es innato, y sus habilidades en el tallado y tejido de canastas es exquisito. Los Gunas se asentaron en las costas e islas del Caribe y se caracterizan por una férrea protección de sus tradiciones y por sus molas. Los descendientes de africanos se establecieron en la región central de Panamá  y en el Darién, donde la cadencia del Bullerengue y el Bunde todavía evocan los orígenes de sus tradiciones. Originalmente, fueron traídos al istmo por los colonos españoles para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar. Una segunda ola de inmigración de personas de color llegó al istmo desde las Antillas para la construcción del Canal de Panamá, a inicios del siglo 20. Este grupo, de habla inglesa, se estableció en la Ciudad de Panamá, Colón y Bocas del Toro. Los mestizos y mulatos son el resultado de años de uniones entre diversas razas y etnias, dispersos en todo Panamá, su folclore se expresa por medio de la música y danza, comidas regionales como el arroz con pollo y sancocho de gallina, su actitud festiva, la que reluce en ferias y festivales, así como su característico trato amigable hacia los extranjeros.

La posición geográfica privilegiada de nuestro país lo ha convertido en un punto de encuentro entre diversas etnias y razas, hoy en día accesible para todo viajero, haciéndolos sentir en casa, recordando siempre sus tradiciones y su constante deseo de evolucionar como cultura.

Grupo Indígenas en Panamá

Los grupos indígenas de Panamá son divididos en siete grupos (comarcas); aunque, algunos grupos como el Teribe y Bri Bri son pequeños que no tienen una comarca.

Grupo Ubicacion
Emberá El área del Darién, cerca de los ríos como el Chucunaque, Tuira, Balsas, Chico, Jaqué, Sambú, Río Bagre
Wounaan Por los ríos  del Chagres en Alto Chagres, Mocambo Abajo, San Antonio, Gamboa, y Emberá Gatún
Kunas Archipiélago de Kuna Yala
Ngöbe -Buglé Provincia de Chiriquí, Bocas Del Toro y Veraguas
Teribe (Nazo) La parte oeste de la Provincia de Bocas del Toro, principalmente a lo largo del Río Teribe
Bokotá Pequeñas comunidades entre las Provincias de Bocas Del Toro y Veraguas.
Bri Bri Entre la frontera de Costa Rica y Bocas Del Toro, cerca del  Río Yorkín y Sixaola

Los indios  Emberá-Wounaan son conocidos también como Choco y los indios Ngöbe-Buglé son conocidos también como Guaymi.

Grupos indígenos extintos

Algunos grupos indígenos son extintos, tales como los Doraz o Dorasque, donde habitaban principalmente en  Dolega,  Provincia de Chiriquí. Los Dorasque eventualmente se casaron con la población local y dejaron de existir como un grupo único. Sin embargo, dejaron atrás un lenguaje escrito.

 

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