Panamá es un país donde el concepto de «exótico» comienza con su nombre. El idioma indígena describe el nombre de Panamá como abundancia de peces y mariposas, y este concepto es cierto ya que los visitantes descubrirán rápidamente por sí mismos una abundancia de vida silvestre, que se puede presenciar en muchos parques nacionales de Panamá.
En pequeñas islas y en las orillas del canal pululan los pájaros. Las mariposas y las libélulas compiten entre ellos por los colores más bonitos. En el lado este del canal, los parques nacionales Soberanía, Chagres y Camino de Cruces protegen la flora y la fauna. Actualmente, el 29 por ciento del territorio panameño está declarado reserva natural. Los científicos han contabilizado en ese territorio 954 especies de aves, 220 de mamíferos y 354 de reptiles y anfibios. La importancia que Panamá otorga a la protección de la naturaleza ha tenido un efecto positivo sobre el turismo.
Boquete
Rodeado por el Volcán Barú y la Cordillera Central, Boquete se ha convertido en un destino popular para quienes buscan un clima más frío que el de las tierras bajas. Su principal atractivo es la Feria de las Flores y del Café, que atrae nacionales y turistas de todas partes del mundo anualmente. El aumento de inmigrantes que han decidido jubilarse en esta tierra propicia la apertura de hoteles y negocios orientados al golf, balsismo, senderismo, canopy, ciclismo y otras actividades al aire libre. Sus ríos, montañas y bosques ofrecen un paraíso distinto al ambiente tropical que predomina en Panamá.
Cerro Campana
A una hora y media en auto desde la ciudad de Panamá, el Parque Nacional Altos de Campana ofrece vistas impresionantes de la cuenca del Canal. Sus bosques sirven de refugio para una gran variedad de animales, entre ellos, especies de aves en peligro de extinción en otras partes del continente. También se encuentran las cabeceras de los principales ríos de la región (Río Chame, Río Perequeté, Río Trinidad y Río Caimito). Los visitantes podrán recorrerlo a través de un sendero.
Cerro Punta
Ubicado en las tierras altas de la provincia de Chiriquí, Cerro Punta es un sitio favorito de turistas y nacionales por su increíble variedad de paisajes y clima fresco que se disfruta todo el año. Es un sector principalmente dedicado a la producción de alimentos (como sus populares fresas), flores y café. Los visitantes podrán encontrar hoteles, cabañas, restaurantes, tiendas y bares para relajarse en las montañas.
Parque Nacional del Darién
Ubicado en la provincia de Darién, es el parque nacional más extenso de Panamá y uno de los sitios del Patrimonio de la Humanidad más importantes de Centroamérica por su herencia genética y diversidad especies y ecosistemas. Poblaciones afro darienitas conviven con tres grupos indígenas precolombinos que habitan en el Darién, creando un mosaico multicultural sin precedentes en la región. Un lugar importante para la observación de aves en el Centro Ambiental y la Estación Científica Cana, situados en lo que antes eran las famosas Minas del Espíritu Santo. Aquí se puede observar en libertad al águila arpía, ave nacional de Panamá. Numerosos senderos naturales e históricos se mantienen abiertos durante todo el año. Para acceder al parque, los visitantes pueden llegar hasta la ciudad de El Real.
El Valle de Antón
El Valle de Antón es una comunidad campestre construida en el cráter de un antiguo volcán inactivo. Por su clima fresco y ambiente de tranquilidad relativamente próximo a la capital, es el destino ideal de fin de semana, muy popular entre los nacionales y amantes de la naturaleza. Cuenta con hoteles y albergues enfocados en el ecoturismo. El área alrededor de la ciudad se conoce por ser uno de los hábitats de la rana dorada panameña, especie en peligro de extinción. Los sitios de interés en El Valle son: sus senderos, montañas, cascadas, piscinas terminales, la India Dormida y el Jardín Zoológico el Níspero.
La leyenda de la India Dormida de El Valle
Cuenta la Leyenda que…
LUBA era la hija menor del Cacique Urracá, jefe de una tribú de Guaymies, de las fastuosas montañas que besaban el sol. Todos la llamaban FLOR DEL AIRE, y la conocian como a una indiecita sencilla pero rebelde; herencia de su raza fuerte, que luchó contra los conquistadores españoles durante años. Lo que menos imaginaba LUBA, era que se enamoraría perdidamente de uno de los oficiales españoles que sometia a su pueblo. Fue asi, como LUBA despreció a YARAVI, un bravo guerrero de su tribú que la amaba con toda su alma sin ser correspondido. Éste, víctima de la ira al ver que era imposible merecer su amor, da fin a su vida, lanzándose al vacío desde lo más alto de una montaña ante la triste y perpleja mirada de ella.
LUBA, por no querer traicionar a su pueblo, renuncia al amor del extranjero y llorando desesperada, penando su desventura, se pierde entre la maleza, se tiende sobre la sabana y… muere. Fue así como entonces, las colinas y los valles en abrazo melancólico la cubren y deciden perpetuar su figura, esculpiéndola en una majestuosa montaña para recordarla siempre.
Comarca Emberá Wounaan
Para visitar ésta comarca indígena es necesario viajar hasta Unión Chocó, su cabecera municipal. La zona es en su mayoría terreno selvático y ríos, por lo que se recomienda viajar con guías. Por tratarse de una zona protegida, la mejor forma de adentrarse a la comarca es en piragua o canoa. Los Emberá Wounaan comparten el territorio con altros índigenos; sus vestuarios, hábitos y costumbres son similares, pero se diferencian en el idioma. Los turistas pueden solicitarles servicios básicos de alojamiento, transporte acuático para recorridos turísticos al interior de la comarca, guías para paseos a pie, a caballo o en bicicleta. Incluso algunos brindan la oportunidad de compartir con ellos las tareas de cosecha, cultivo y pesca.
Volcán Barú
El Volcán Barú de 3,475 metros de altura es un volcán inactivo rodeado por área fértil de tierras altas y ríos. Se puede llegar desde Boquete o Volcán, ambos poblados en la provincia de Chiriquí. Escalarlo requiere de buenas condiciones físicas y habilidades para recorrer senderos no marcados. En su cima la temperatura puede bajar hasta el punto de congelación, con nieve ocasional. En un día claro es posible ver el océano Pacífico y el mar Caribe al mismo tiempo.