Monumentos Históricos de Portobelo y sus fortificaciones

Fortificaciones de la costa Caribe de Panamá: Portobelo y San Lorenzo

Castillo de San Jerónimo

El Castillo de San Jerónimo de Portobelo formaba parte del sistema defensivo para el comercio transatlántico de la Corona de España y es ejemplo de la arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII. Mediante Ley 61 de 1908 se destinaron fondos para la conservación del Castillo.​ Mediante Ley 68 de 1941 fue declarado monumento histórico nacional tanto al Castillo como las ruinas históricas del Distrito de Portobelo. El Castillo de San Jerónimo estaba asentado en el fondo de la bahía y presentaba forma de acorazado encallado. Sus planos fueron elaborados por el Ingeniero Antonelli, sin embargo, su construcción se inició hasta 1658, cuando la Gobernación de Panamá era ocupada por don Fernando Ibáñez de la Riva Agüero. Este castillo le dio a las huestes de Morgan el triunfo sobre las tropas españolas en 1668, y años más tarde soporto los ataques del pirata Vernon.​

Aduana de Portobelo

Se considera que este monumento histórico, fue construido entre los años de 1630 y 1634. Su estructura se asemeja al modelo renacentista con influencia española de la época. Fue el lugar en donde funcionó la oficina fiscal. Además, sirvió como bodega o depósito, en donde se protegían y custodiaban las cajas reales, así como también, de albergue para el gobernador y sus oficiales. En 1744 cesaron sus funciones, debido al bombardeo que sufrió la ciudad de Portobelo, ocasionada por los ataques del pirata William Drake y su grupo de fascinerosos. Fue hasta 1809, en que nuevamente abre sus puertas, para continuar desarrollando sus actividades, hasta que se diera inicio a la emancipación del pueblo panameño, poco antes de obtener la independencia de Panamá de España, en 1821. Después de estos acontecimientos, pasó un largo período en el olvido y total abandono, aproximadamente hasta finales del siglo XX, en donde los gobiernos de Panamá y España firman un convenio para reconstruir sus instalaciones. Actualmente funciona como museo y de atracción turística para los miles de visitantes que frecuentan sus instalaciones.​ El edificio de la Aduana mediante Ley 68 de 1941 fue declarado monumento histórico nacional.

La Iglesia de San Felipe de Portobelo

La Iglesia de San Felipe de Portobelo mediante Ley 56 de 1928 fue declarada monumento histórico nacional y se destinaron dineros para su reparación de modo que no se alterara su aspecto artístico colonial ni se modificara en manera alguna el estilo de su construcción.​ En 1941, mediante Ley 61 se volvió a declarar como monumento histórico nacional y se derogó la Ley 56 de 1928.

La primera iglesia se levantó en el siglo XVII, pero fue destruida por el pirata Henry Morgan cuando atacó la ciudad. La primitiva Iglesia de San Felipe, sirvió de Parroquia hasta 1780 en que las funciones parroquiales pasaron al convento de La Merced y a la Iglesia-Hospital de San Juan de Dios. Ocupaba el mismo emplazamiento de la actual, ya que se conservan las sepulturas de D. Juan Vitrián Beamonte y Navarra, presidente de la Audiencia de Panamá, fallecido en 1651, y la de D. Melchor Navarra y Rocafull, virrey de Perú, quien murió en 1691, cuando pasaba por Portobelo de regreso a España. En 1814 fue cuando se construyó la actual iglesia, con planos de Diego Caicedo, aunque no tenía la torre del campanario, la torre fue construida en 1945.

Fuerte Santiago de la Gloria

El Fuerte Santiago de la Gloria, se encuentra ubicado en la entrada de Portobelo. Esta fortificación fue construida para defenderse de los constantes ataques de los corsarios y piratas, que durante siglos invadieron nuestro territorio. Uno de ellos fue Portobelo, ya que en esta región se dio un auge económico, debido al oro, plata y mercancías, que la corona española traía de América del Sur, lo cual era atractivo para los intrusos, apoderarse de estas riquezas. Pero a pesar de todas estas precauciones, en 1668, Henry Morgan de sorpresa ataca a Portobelo y destruye la muralla principal del Castillo Santiago de la Gloria, el cual fue reconstruido, hasta que es atacado nuevamente por Vernon, en 1739. Este fuerte en la actualidad, se conserva como quedó después de ese ataque, y se puede observar la presencia de algunos cañones, los cuales se conservan intactos, desde esa época; así como algunas edificaciones, incluso se observa la garita donde según historiadores narran que Morgan degolló al centinela, que servía de vigilante. También hay un embarcadero que es utilizado para el traslado de turistas desde la tranquila bahía de Portobelo hasta las aguas cristalinas de las playas que están ubicadas por los alrededores de esa región, que se convierte en famosa por las clases de buceos que se dan justo al frente de las ruinas de Santiago de la Gloria.

Batería Santiago

Al igual que el San Fernando tenía un foso seco. Su defensa la constituían dos baterías con sus respectivas garitas, para dar los rebatos y cambios de guardia se conserva una espadaña (Campanario formado por una sola pared con uno o más huecos en que van colocadas las campanas) a la cual le falta la campana. Esta es la única que se conserva, de las tres que hizo Fernández. Las otras dos estaban en el San Jerónimo y la batería del San Fernando.​ Conjunto Monumental histórico de Portobelo declarado por la Ley N° 68 de junio de 1941, Gaceta Oficial N° 8,538.

Baluarte Tres Cruces

Conjunto Monumental histórico de Portobelo declarado por la Ley N° 68 de junio de 1941, Gaceta Oficial N° 8,538.

El 15 de febrero de 1683 el sargento mayor e ingeniero militar Bernardo de Cevallos y Arce, impulsor definitivo de las fortificaciones de la nueva ciudad de Panamá, acatando las órdenes del presidente Ponte, bajó a Portobelo. Reconoció el sitio y elaboró un detallado informe midiendo palmo a palmo lo construido, posiblemente para no pillarse los dedos ante una futura pesquisa; lleva como testigos, entre otros, a Juan Martínez, maestro mayor de albañilería y carpintería de las obras de Portobelo, quien declara finalmente, bajo juramento, que todas las mediciones son ciertas y que los lienzos de fajina «están todos resquebrajados y hendidos amenazando que en las aguas se derrumbará la fachada». Un memorial enviado por Francisco de Castro, teniente de Portobelo, informa que en agosto de ese mismo año ya se habían levantado tres baluartes: el de San Juan de Dios, «de piedra y cal en los ángulos y una cortina que corre desde este dicho baluarte hasta el de San Cristóbal, con un portete de cantería que está en esta cortina, la cual tiene 176 varas de tierra de ambos lados del dicho portete y este tiene 11 varas de frente y 3 y media de alto». En cuanto al baluarte de San Pedro, construido por Luis Venegas, antes de su partida, se informó que «se está derrumbando y abriendo brechas debido a que como se va pudriendo la fajina, seca la tierra, para cuyo remedio es necesario irle haciendo una encamisada de cal y canto para que pueda subsistir». No se consideró conveniente la demolición del castillo de Santiago de la Gloria, tal y como el rey había dispuesto, hasta que no estuviesen acabadas las nuevas defensas para no dispersar la mano de obra, pues se necesitaban de 400 a 500 peones diarios. En los años que siguen varios ingenieros militares se alternan en la dirección de las obras de Portobelo y envían sus planos, memoriales y presupuestos con notables discrepancias entre ellos y mutuas acusaciones. Fernando de Saavedra, ingeniero mayor del Reino, traza la «Planta de la nueva ciudad de Portobelo que se está ejecutando», fechada el 6 de julio de 1683 en la que dibuja un hexágono «que revela el concepto de la fortificación abaluartada barroca, con baluartes vacíos y variantes en las magnitudes». La labor realizada por Venegas se centró en el costado norte de su perímetro, con el baluarte de San Pedro y un lienzo de la muralla hasta el baluarte de San Juan de Dios, construido bajo la dirección de Cevallos y Arce, así como otro lienzo de muralla que acaba en el baluarte del Duque, aún sin levantar.

Fortaleza de Santiago

Constituido por el Castillo Santiago de la Gloria (desmantelado, 1600-1629) y por una batería y casa fuerte en 1753-1760. Diseñado por los ingenieros Ignacio Sala y Manuel Hernández. Se dieron algunas reformas en 1768-1770, por el ingeniero Joseph Antono Birt. Originalmente, el castillo de Santiago estaba erigido de forma escalonada en las laderas el cerro. Fue destruido por el británico Edgard Vernon en 1739 y desmantelado por completo posteriormente. En 1753 Ignacio Sala construye la nueva batería de defensa reemplazando al viejo castillo. Se construyó al ras del mar con un mayor número de troneras para albergar 16 cañones permitiendo un fuego cruzado con las baterías de San Fernando. El ingeniero Manuel Hernández completa la estructura construyendo una casa fuerte para cubrir la retaguardia. Conjunto Monumental histórico de Portobelo declarado por la Ley N° 68 de junio de 1941, Gaceta Oficial N° 8,538.

La Trinchera

Según investigaciones que ha realizado y auspiciado, la Autoridad Del Canal de Panamá, ocasionadas por la ampliación del Canal de Panamá, consideran que: “entre los siglos XVI y XVIII, la defensa del estrecho corredor del Istmo en donde están las trincheras era de gran preocupación para la corona española (Castillero 1999, 2004, 2008). Este corredor, delimitado por el Chagres y Portobelo en el Caribe y la ciudad de Panamá en el Pacífico, constituía lo que los cronistas coloniales llamaban el “triángulo estratégico” del Istmo panameño. Como explica Zapatero (1985:35) éste era “…enclave mágico de los Dominios, auténtico talismán del poderío español en América y rutilante astro cuyos resplandores llegaban a las cortes de las naciones europeas, rivales o envidiosas de la obra de los españoles.” Consecuentemente, surgió por necesidad bélica la defensa del triángulo. Se erigieron fortificaciones costeras en la boca del Chagres y en Portobelo en el Caribe, y en ambos sitios de la ciudad de Panamá en el Pacífico (Calderón 1996:302-326; Zapatero 1985). Luego de la destrucción del Fuerte San Lorenzo y de Panamá, por Morgan (1670-1671), una nueva estrategia defensiva fue implementada, que incorporaba las defensas terrestres sugeridas en 1628 por el Conde de Chinchón, incluyendo los fuertes fluviales de Gatún y Trinidad sobre el río Chagres, construidos en la década de 1670 y luego reconstruidos en 1749 (Zapatero 1985:246-248). La idea de que estas fortificaciones podrían haber incluido una red de trincheras en una elevación que dominaba el fuerte Gatún parecía muy razonable”.​ Conjunto Monumental histórico de Portobelo declarado por la Ley N° 68 de junio de 1941, Gaceta Oficial N° 8,538.

Fuerte Farnecio

Construido en 1726, aunque fue planeado en 1606. En ocasión de un posible ataque del Hosier, al mando de una escuadra británica, se hicieron esfuerzos acelerados para proteger la bahía. En esa ocasión se construyó la obra de tierra y fajina donde se colocaron cuatro piezas de artillería. Pasado el peligro, los cañones se retiraron y nuevamente se olvidó la idea de construir el fuerte. La primitiva obra fue ocupada nuevamente en 1738 y en 1744 por Dionisio de Alcedo y Herrera, entonces presidente de la Real Audiencia de Panamá, ordenó colocar allí cuatro piezas de artillería. El pequeño reducto se utilizó nuevamente y por última vez en la década de 1760. Abandonado y reocupado en 1744 y 1760, respectivamente. “En el plano de Juan Herrera y Sotomayor se proyecta igualmente, un plano de la ciudad amurallada, con muelle, batería y una torre cubierta, que lleva el nombre de Farnesio”.​

Conjunto Monumental histórico de Portobelo declarado por la Ley N° 68 de junio de 1941, Gaceta Oficial N° 8,538.

Casa Colonial

Conjunto Monumental histórico de Portobelo declarado por la Ley N° 68 de junio de 1941, Gaceta Oficial N° 8,538.

Portobelo es un conjunto monumental, integrado por fuertes, baterías, castillos, aduanas, iglesias y hospitales, que fue un punto clave para la corona española en la época de la colonización y fue declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad, por la UNESCO, en 1980. Actualmente, este patrimonio está rodeado por un poblado en el que habitan alrededor de 8 mil personas, según el último censo. El pueblo tiene antiguas casas coloniales, una plaza remodelada y la Aduana de Portobelo. Esta última fue construida en 1630, bombardeada en 1744 y, por último, reconstruida años después respetando su construcción renacentista.

Batería Alta San Fernando

Diseñado por los ingenieros Ignacio Sala y Manuel Hernández (1753-1760). Complementa la batería baja de San Fernando. Se accede por un largo pasadizo resguardado por muros de retén. Está compuesta por ocho troneras y una garita. La casa fuerte es de estructura cuadrada rehundida en un foso. Dispone de tronerillas para fusileros y una garita esquinera. También dispone de aljibe.Conjunto Monumental histórico de Portobelo declarado por la Ley N° 68 de junio de 1941, Gaceta Oficial N° 8,538.

Batería Baja de San Fernando.

Diseñado por los ingenieros Ignacio Sala y Manuel Hernández (1753-1760). El nombre se puso en honor al rey Fernando VI. Es una batería al ras del mar amurallada a la cual se accede por una portada decorada. Dispone de un muelle. Es una batería plana con 14 troneras. Aún se distingue los restos de la estructura que albergaba el cuerpo de guardia y un cobertizo para artillería.Conjunto Monumental histórico de Portobelo declarado por la Ley N° 68 de junio de 1941, Gaceta Oficial N° 8,538.

Casa Fuerte San Fernando

Es una pequeña, pero sólida construcción de planta cuadrada, con bordes redondeados, rodeada de un foso de más de dos metros de ancho y profundidad, a la que se accedía por medio de un puente levadizo. Se localiza en la cima de la pequeña colina que continúa luego del Fuerte de San Fernandito.​ Conjunto Monumental histórico de Portobelo declarado por la Ley N° 68 de junio de 1941, Gaceta Oficial N° 8,538.

Las Casas Fuertes eran puestos fortificados de vigía localizados estratégicamente en los puntos altos de los cerros que protegían la bahía. Se conservan dos, una en la parte posterior en la batería alta y baja de San Fernando y otra detrás del Fuerte Batería de Santiago, a la entrada de la ciudad. A ambas se accede a través de senderos y están rodeados de fosos secos y altas murallas, a las cuales se accedía a través de un puente de madera elevadizo.

Iglesia de San Juan de Dios

La orden religiosa funda la iglesia – convento, que fueron declarados en parroquia en el siglo XVIII. Las ruinas que aún se conservan pertenecían a un conjunto religioso hospitalario a cargo de los hermanos de San Juan de Dios a partir de 1629, hoy solo se conservan parte de los muros y la torre de la iglesia. Está ubicada en la parte posterior de la Iglesia de San Felipe de Portobelo.​ Conjunto Monumental histórico de Portobelo declarado por la Ley N° 68 de junio de 1941, Gaceta Oficial N° 8,538.

Patio de Mulas

Conjunto Monumental histórico de Portobelo declarado por la Ley N° 68 de junio de 1941, Gaceta Oficial N° 8,538.

Cristóbal Colón desembarcó en Portobelo, en su cuarto viaje a las Américas, en 1502. Entre los siglos XVI y XVIII Portobelo se convirtió en un importante enclave comercial. El oro procedente de Perú llegaba a las costas de Panamá por el Pacífico, y una vez allí se cargaba en mulas para trasladarlo, por el llamado camino de las Cruces y por el río Chagres, al otro lado del istmo, hasta Portobelo, a un centenar de kilómetros que hoy pueden salvarse sin problemas gracias al canal de Panamá, o gracias a un tren centenario. Una vez en Portobelo, se embarcaba en galeras que lo transportaban a España. Tanto oro acabó por despertar la codicia de los piratas británicos. Francis Drake murió de malaria en Portobelo cuando intentaba saquear la ciudad, en 1592, y hoy lo recuerda la isla del Drague, frente a la bahía. William Parker la sorprendió en 1608, pero el más famoso de los ataques es el de Henry Morgan, que la saqueó en 1688 a lo largo de catorce días. Cuando en 1739 el almirante Edward Vernon capturó Portobelo, la hazaña se celebró por todo lo alto en Inglaterra, hasta el extremo que este episodio daría nombre a una de las calles más célebres de Londres, Portobelo Road.

Puentes Coloniales

Conjunto Monumental histórico de Portobelo declarado por la Ley N° 68 de junio de 1941, Gaceta Oficial N° 8,538.

El Conjunto Monumental de Portobelo es sobre todo conocido por sus fortificaciones militares y el edificio de la Aduana, pero entre sus calles y casas se esconden tres pequeños puentes del siglo XVII de gran valor, no sólo por su antigüedad, sino también por ser los representantes de una tipología única en el país. En el año 2003 la World Monuments Fund realizó un estudio que llamó la atención sobre el mal estado de los puentes. El deterioro de los mismos se debía a la expansión urbana, la contaminación de la quebrada Guinea y la falta de mantenimiento. Varias entidades unieron fuerzas para salvar los puentes. El proyecto que incluyó la capacitación y participación de jóvenes del área culminó en el 2008 dándole nueva vida a los puentes que hasta el día de hoy siguen cumpliendo su función.

Castillo de San Felipe

Después de los ataques cometidos por Drake a Nombre de Dios, Francisco Valverde y Mercado, acude a observar los daños ocasionados por este ataque. Y un 20 de marzo de 1597, en honor a San Felipe Apóstol, se funda la ciudad de San Felipe de Portobelo. Una vez establecida la misma, se diseña la defensa de Portobelo, aprovechando el terreno accidentado y levantado para realizar las fortificaciones que permitieran defenderse de otro ataque y se ordena la construcción del Fuerte de San Felipe, denominado así por lo fuerte de su construcción y su pesada artillería. El mismo sufrió modificaciones hasta finales del siglo XVIII. Fue trazado por Antonelli.

“Este fuerte y el entorno donde se emplazó, fueron destruidos por la Comisión del Canal Ístmico, para ser usados como piedras con qué concluir la construcción del Canal”. Conjunto Monumental histórico de Portobelo declarado por la Ley N° 68 de junio de 1941, Gaceta Oficial N° 8,538.

Castillo de San Lorenzo el Real de Chagres

El Castillo de San Lorenzo, de Chagres, formaba parte del sistema defensivo para el comercio transatlántico de la Corona de España y ejemplo de la arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII. Declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, en donde se aprecian los acuartelamientos, almacenes, casamatas, explanadas y una batería con una capacidad para diez cañones que existían en la época de los corsarios y piratas. Mediante la Ley 61 de 1908 se destinaron fondos para su conservación.​ Mediante Ley 68 de 1941 fue declarado monumento histórico nacional.

Iglesia de Cristo a Orillas del Mar

La iglesia Episcopal de Cristo a orillas del Mar fue declarada monumento histórico nacional mediante Ley 28 de 1980.

El único edificio de gran arquitectura que queda de los primeros tiempos de Colón es la iglesia Cristo a Orillas del Mar (1863 – 64). Fue erigida en un sitio privilegiado del mejor barrio de la ciudad, lejos del bullicio de Front Street y cerca de las casas de los ejecutivos de la empresa, a inicios del paseo Washington. Su arquitecto, James Renwick, era uno de los principales representantes de la tendencia neogótica en los EE.UU., y su actuación en Colón, tan lejos de su mundo en Nueva York, quizás se explique por el hecho de que era yerno de William H. Aspinwall (Somerville 1983-64). El proyecto se parece bastante a la coetánea catedral de Nuestro Salvador Misericordioso en Faribault, Minnesota, también obra de Renwick (Tejeira 2011:60). La existencia de esta iglesia en Panamá, donde el Neogótico aún era desconocido a mediados del siglo XIX, se explica por el origen estadounidense de la ciudad; la filosofía del diseño refleja la discusión en torno al Neogótico, colmada de moralismo, que se daba en el mundo anglosajón.

 

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